domingo, 5 de agosto de 2012

TESTIMONIO REAL

Evangelista Nadakorn Thummasat (Iglesia Manmin de Chiang Rai en Tailandia)



 
El 28 de mayo de 2012 sentí dolor en mi seno derecho y también la presencia de un bulto que se hizo del tamaño de una moneda y el dolor incrementó tanto que hasta me costaba respirar. Tiempo atrás yo habría acudido al hospital inmediatamente, pero esta vez decidí confiar en Dios.

Esto se debió a que llegué a tener fe espiritual después de empezar a asistir a la Iglesia Manmin de Chiang Rai en noviembre de 2011. Una semana antes que todo esto iniciara, había escuchado un sermón de testimonio por parte de Rose Han, líder de alabanza de la Iglesia Central Manmin, quien recibió sanidad a una tuberculosis pulmonar gracias a la fe. En consecuencia logré convencerme de que yo podía ser sanada.

Analicé mi vida, y pensé: "¿Por qué me ha ocurrido esto?" Y me di cuenta de que la razón era el odio que había en mí. Yo aborrecía a varias personas que en años anteriores me habían ignorado y me causaron momentos muy difíciles. Me arrepentí de corazón ante Dios. Luego, el 1 de junio de 2012 recibí la oración por los enfermos de parte del Dr. Jaerock Lee al asistir a la Vigilia entera de Manmin a través de GCN. Entonces el dolor desapareció y ya no pude sentir el bulto en mi pecho. ¡Aleluya!

Por medio de esto me di cuenta cuán grave es el pecado del odio. La Biblia nos dice que amemos a los enemigos y que "todo aquel que aborrece a su hermano es un homicida". Pero yo tenía el conocimiento de la Palabra como una ciencia, y no lo ponía en práctica. Después de mi sanidad, tuve la bendición de visitar la Iglesia Central Manmin.

El 8 de junio de 2012 sentí como que estaba en un sueño mientras participaba de la Vigilia entera del viernes en el santuario principal de la Iglesia. Yo asistí a la Reunión de oración de Daniel cada noche y me conmovió ver el gran número de miembros de la iglesia orando con tanto fervor. Entonces algo sorprendente ocurrió.

Tuve una visión en la que miré sonreír al Dr. Lee y una cálida brisa tocó mi corazón creando un sonido de un 'chasquido'. En ese instante la inspiración del Espíritu Santo descendió sobre mí y me recordó el consejo que me había dado el Misionero Jaewon Lee, que dijo: "No debemos pecar contra Dios al dejar de orar" (1 Samuel 12:23). Entonces comprendí profundamente la importancia de la oración.

El 11 de junio visité el Sitio del Agua Dulce de Muan donde el agua salada se transformó en agua dulce y vi las puertas de los cielos abiertas, al igual que el Cielo y los ángeles. Luego de beber el Agua Dulce de Muan, fui sanada de sequedad en mi garganta, de la que había padecido desde mi niñez, y de la tos causada por los cambios climáticos. Doy todas las gracias y gloria a Dios la Trinidad por haber demostrado Su amor con obras sorprendentemente poderosas.

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